
A pocos días del inicio oficial del verano, una situación irregular en la costa murciana genera preocupación tanto en los sectores turísticos como entre los visitantes: decenas de chiringuitos y negocios náuticos en Cartagena y San Javier continúan operando sin las licencias necesarias.
Según fuentes locales, los retrasos en la tramitación de permisos y la falta de inspecciones han permitido que numerosos establecimientos permanezcan abiertos sin cumplir con los requisitos legales. Esto plantea serias dudas sobre la seguridad, la fiscalización sanitaria y el impacto ambiental en zonas de alta afluencia.
Los empresarios del sector denuncian demoras burocráticas y poca claridad en los procedimientos. Muchos de ellos afirman haber presentado la documentación en tiempo y forma, pero aún no han recibido respuestas por parte de las administraciones.
Por su parte, los ayuntamientos aseguran estar trabajando para regularizar la situación y evitar sanciones masivas, pero reconocen que los recursos disponibles son limitados y que se ha producido una sobrecarga administrativa.
Mientras tanto, asociaciones de vecinos y colectivos medioambientales piden mayor control y transparencia, alertando sobre el riesgo de actividades económicas informales en espacios públicos.
“No se trata de frenar la actividad, sino de garantizar que se cumplan las normas”, expresó un portavoz de la administración municipal.
La incertidumbre crece a medida que se acerca el aluvión de turistas, y el debate sobre la legalidad de estos negocios promete seguir siendo protagonista durante el verano.