El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha declarado este sábado que está dispuesto a entablar negociaciones con Rusia, pero bajo una condición firme: que Moscú decrete un alto el fuego «completo, duradero y fiable». Esta afirmación representa un cambio significativo en el enfoque diplomático del líder ucraniano y podría marcar un nuevo capítulo en el conflicto que asola Europa del Este desde 2022.

En sus palabras, Zelenski subrayó que Ucrania «no se niega al diálogo», pero que necesita garantías de que cualquier cese de hostilidades no será temporal ni usado como estrategia militar por parte de Rusia. Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente presión internacional para encontrar una salida negociada al conflicto, que ha causado decenas de miles de muertes y desplazamientos masivos.

Por ahora, Moscú no ha respondido oficialmente a las palabras del presidente ucraniano, aunque algunos analistas consideran que podría tratarse de un globo sonda para medir la disposición real del Kremlin a sentarse a la mesa.

Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención y cautela: ¿Estamos ante el inicio del fin de la guerra en Ucrania o simplemente ante una nueva maniobra diplomática?