La noche que debía ser histórica para el París Saint-Germain, tras conquistar su primera Liga de Campeones, terminó teñida de tragedia. Las celebraciones desatadas en las calles de la capital francesa, especialmente en los alrededores del Arco del Triunfo y la avenida de los Campos Elíseos, derivaron en disturbios y violencia que dejaron al menos dos muertos y más de 200 heridos, según fuentes oficiales.

Las autoridades reportan que los incidentes incluyeron enfrentamientos con la policía, uso de bengalas, robos y estampidas entre los miles de aficionados presentes. La policía tuvo que intervenir con gases lacrimógenos y desplegar refuerzos ante el desborde total de la situación.

Entre los heridos se encuentran agentes de seguridad, transeúntes y varios jóvenes que fueron trasladados a hospitales cercanos por quemaduras, fracturas y contusiones. La alcaldesa de París ha lamentado los hechos y ha pedido una investigación inmediata para esclarecer las causas y responsabilidades del suceso.

El PSG, que se impuso al Borussia Dortmund en la final disputada en Londres, aún no se ha pronunciado sobre los disturbios.

Este lamentable episodio empaña un hito histórico para el club parisino y pone sobre la mesa la necesidad de reforzar la seguridad en eventos deportivos de gran escala.