
Durante la madrugada del viernes 8 de agosto de 2025, un interno asesinó a su compañero de celda en el módulo de respeto del Centro Penitenciario Murcia I, situado en Sangonera la Verde. Lo más inquietante del caso es que la herramienta utilizada fue la tapa afilada de una lata de atún.
Los dos reclusos, de nacionalidad marroquí, se encontraban en prisión preventiva y no registraban antecedentes de conducta violenta. La discusión que desembocó en el homicidio fue alertada por otros internos desde sus celdas mediante el interfono. Cuando los funcionarios acudieron al lugar, ya era demasiado tarde.
El agresor fue trasladado de inmediato a una celda de aislamiento. Tanto la Guardia Civil como las Instituciones Penitenciarias han asumido la investigación del suceso. El sindicato mayoritario entre los funcionarios —Acaip-UGT— ya ha alertado anteriormente sobre el riesgo de convertir envases comunes en armas dentro del penal y reclama revisar medidas de seguridad que permitan evitar tragedias de este tipo.
Este episodio reabre el debate sobre la seguridad en prisiones y el control del material accesible a los internos, incluso en zonas consideradas seguras.