
El suicidio deja de ser un tema silenciado en Cartagena gracias a un programa piloto desarrollado por la asociación ÁPICES y el Ayuntamiento, que ya atiende a 18 personas en situación de vulnerabilidad. La iniciativa busca ofrecer acompañamiento integral, visibilidad y recursos para prevenir tentativas y reducir el estigma en torno a la salud mental.
El proyecto coincide con la conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, en el que la alcaldesa Noelia Arroyo ha recordado que se trata de una “pandemia silenciosa”. Además, anunció la futura rehabilitación del antiguo centro de salud de San Antón, que albergará una unidad de Trastorno Límite de la Personalidad.
ÁPICES destaca el aumento de casos en jóvenes y adultos, y recalca que “hablar de suicidio es prevenirlo”, subrayando la necesidad de reforzar la red de apoyo y la responsabilidad social compartida.