El CB Cartagena arrancó la temporada con una importante victoria en casa ante FIBWI Palma (72-70), en un encuentro que estuvo a punto de complicarse tras dominar por 17 puntos al final del tercer cuarto.

La gran noticia, además del triunfo, fue el brillante debut del pívot brasileño Vítor Faverani, que firmó un doble-doble con 12 puntos, 12 rebotes y 17 de valoración, siendo decisivo en ambas zonas de la cancha. Su actuación no solo sirvió para sellar la victoria, sino también para acallar las dudas sobre su estado físico tras varios años fuera del baloncesto español.

Con 37 años, el exjugador de Valencia Basket, Murcia, Unicaja, FC Barcelona y Boston Celtics, se mostró satisfecho con su rendimiento y, sobre todo, con el resultado colectivo. “Siempre es bueno jugar bien, y más si ese buen juego puede aportar al equipo”, afirmó.

El jugador regresó a España tras cinco temporadas en la liga brasileña y dejó claro que su fichaje por el CB Cartagena no responde a una intención de retiro: “Lo que opinen desde fuera me importa bastante poco. No tengo redes sociales y me centro en lo que realmente importa: el equipo y mi familia”.

Su elección de Cartagena tiene también un componente personal: su esposa es de la Región de Murcia y mantiene un fuerte vínculo con la ciudad. “Cartagena es una ciudad a la que le tengo mucho cariño. Aquí tengo amigos, familia y muchas razones para estar ilusionado”, señaló.

Aunque reconoce que ya no es el jugador explosivo de hace una década, Faverani confía en que su experiencia aporte un valor añadido al vestuario. “Veo el juego de otra manera. Hago las cosas diferente, pero sigo teniendo mucho que aportar”, aseguró.

Su llegada, la última incorporación del CB Cartagena esta temporada, ha sido descrita como la “guinda” del proyecto. A pesar del poco tiempo con sus nuevos compañeros, asegura haberse adaptado rápido y destaca el buen ambiente del grupo: “Me he encontrado con muy buenos chavales. Ellos me ayudan a mí tanto como yo intento ayudarles”.

En sus declaraciones también recordó su paso por la NBA con los Boston Celtics, donde debutó con una gran actuación antes de que una lesión frenara su progresión: “Fue una experiencia única, el sueño de cualquier niño que empieza a jugar al baloncesto. Tuve la suerte de pisar la cancha en la mejor liga del mundo, y también la mala suerte de lesionarme. Pero que me quiten lo ‘bailao’”.