
La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) ha hecho pública una nueva denuncia sobre el preocupante estado de conservación del Palacio Episcopal de Murcia, una joya del barroco murciano del siglo XVIII y sede del Obispado de Cartagena.
Según el comunicado, la fachada principal del edificio, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), presenta un estado avanzado de deterioro, con desprendimientos de frescos y estucos, humedades, eflorescencias salinas, grietas y alteraciones cromáticas que están dañando su rica ornamentación exterior.
Huermur ha instado formalmente a la Dirección General de Patrimonio Cultural y al Ayuntamiento de Murcia a tomar medidas urgentes, advirtiendo del peligro potencial para los viandantes, ya que el edificio se encuentra en pleno centro histórico, una zona de alto tránsito peatonal.
La asociación también ha criticado la “falta de acción real” por parte de las autoridades, especialmente durante la conmemoración del 1200 aniversario de la ciudad de Murcia, mientras “uno de sus monumentos más representativos se desmorona ante la pasividad institucional”.
En caso de no recibir respuesta, Huermur valora informar al Ministerio de Cultura, recordando que el centro histórico de Murcia está protegido como BIC desde 1976.
El caso vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre el cuidado efectivo del patrimonio histórico frente a los discursos institucionales.