Cada fin de semana de verano, la Isla del Ciervo —una zona ecológica sensible del Mar Menor— se transforma en un improvisado punto de fiesta flotante. Decenas de embarcaciones fondeadas, música a gran volumen, botellones y motos acuáticas inundan el entorno, en claros incumplimientos de la normativa marítima.

SOS Mar Menor ha denunciado que estas actividades incumplen disposiciones que prohíben fondear a menos de 300 metros de las islas y navegar a más de 5 nudos en aguas de menos de 4 metros de profundidad. La proliferación de motos acuáticas agrava aún más el impacto sobre el ecosistema.

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Cartagena ha desplegado un operativo especial para vigilar y documentar posibles infracciones. Participan Policía Local, agentes medioambientales y Protección Civil, en coordinación con otras autoridades. Las violaciones detectadas serán remitidas a la Delegación del Gobierno, competente para imponer sanciones.

La convocatoria de una “última fiesta del verano” ha encendido todas las alarmas, y SOS Mar Menor ha anunciado que trasladará esta problemática a los comités de seguimiento de la Iniciativa Legislativa Popular del Mar Menor en otoño.