El joven, detenido el 14 de julio en Errenteria (Gipuzkoa) acusado de agredir brutalmente a un anciano de 68 años en Torre Pacheco el 9 de julio —un hecho que desató disturbios racistas— ha sido dejado en libertad provisional por el Juzgado de Instrucción número 4 de San Javier ocho días atrás.

Durante su estancia en prisión, ya fue condenado a un año de cárcel por intentar robar un reloj a otro anciano dos días antes del crimen principal, en otro caso registrado en la misma localidad.

La jueza ha impuesto varias medidas cautelares: impedir cualquier comunicación o proximidad de menos de 500 metros con la víctima, prohibición de acudir o residir en Torre Pacheco, retirada del pasaporte, imposibilidad de salir de España y obligación de comparecer semanalmente ante la autoridad judicial. Curiosamente, el Ministerio Fiscal, único acusador en el caso, no solicitó mantener la prisión provisional en esta segunda instancia judicial.

La medida ha sido recibida con indignación por vecinos y representantes políticos. El presidente regional Fernando López manifestó en redes sociales que “esto es intolerable” y pidió leyes más duras para proteger a la ciudadanía ante delincuentes reincidentes. La actuación judicial ha reabierto heridas y reavivado la alarma social en una localidad donde la tensión racial ya vivió un punto crítico el mes pasado.