Los vecinos y propietarios de parcelas del conocido camping naturista El Portús, en Cartagena, mantienen su reivindicación por una resolución que garantice su seguridad jurídica. Denuncian que llevan años residiendo en el lugar sin una situación regularizada, lo que les genera incertidumbre y sensación de abandono institucional.

Según sus declaraciones, no buscan privilegios, sino el reconocimiento y la legalización de una forma de vida que han mantenido durante décadas. Acusan al Ayuntamiento de Cartagena de no dar pasos efectivos para resolver el conflicto, pese a las reiteradas peticiones y protestas pacíficas.

El colectivo reclama que se escuche su voz, se respeten sus derechos como residentes y se avance en una solución que les permita vivir en paz, con seguridad legal y sin miedo al desalojo.