
En una noche cargada de emoción y esperanza, el Real Murcia se despidió del playoff de ascenso al caer 0-1 frente al Nàstic de Tarragona en el Estadio Enrique Roca. Más de 31.000 espectadores marcaron un hito histórico en las gradas, batiendo el récord de asistencia en el estadio y en toda la Región de Murcia.
El equipo grana salió con ímpetu, generando peligro en los primeros minutos. Ocasiones claras de Moukhliss, Alcaina y Alberto González levantaron a la grada, pero el balón se resistía a entrar. El Nàstic, bien ordenado, esperó su oportunidad, y la encontró en el minuto 60: una contra rápida culminada por Pablo Fernández, que silenció el estadio.
Pese a la insistencia del equipo dirigido por Fran Fernández, el marcador no se movió. El guardameta visitante, Dani Rebollo, fue figura clave, desbaratando varias ocasiones claras. El Murcia lo intentó hasta el final, con el empuje de una afición ejemplar que no dejó de animar.
Con esta derrota, el Real Murcia pone fin a una temporada notable, aunque amarga en su desenlace. Termina su participación en el playoff y extiende a 12 años su ausencia en el fútbol profesional.
Sin embargo, el sentimiento de pertenencia y el apoyo masivo de su afición dejan claro que este club está más vivo que nunca. El proyecto sigue en pie. El ascenso tendrá que esperar, pero la ilusión no se apaga.