Durante las IV Jornadas de Salud Mental Infantojuvenil organizadas por Ápices Salud Mental Cartagena, su directora, Pepa Hernández, advirtió sobre el alarmante incremento de señales emocionales negativas en niños incluso tan jóvenes como de cinco años. Estas manifestaciones pueden incluir desinterés en asistir al colegio, aislamiento o incluso declaraciones explícitas sobre no querer vivir.

Hernández señaló que estos síntomas tempranos muchas veces no se entienden ni se abordan en el entorno familiar o escolar, siendo castigados en lugar de escuchados. También alertó sobre el impacto del uso temprano de dispositivos electrónicos en el aislamiento infantil.

La experta defendió la necesidad urgente de que la educación emocional se incorpore desde edades muy tempranas en la escuela y en casa, para dotar a los menores de herramientas de afrontamiento emocional y evitar que los problemas se cronifiquen.